Dando hoy revista a una situación de muy encubrimiento popular actualmente, echamos la vista sobre un acontecimiento, en este caso las "finales del fútbol colombiano".
En esencia quisiera resaltar el punto que me interesa en esta situación, y es, la gran cabida que tiene para la gente un acontecimiento de tan 'pobre' importancia como lo es el fútbol, me refiero valga aclararlo a las relaciones que hago con otros temas que considero má importantes para el debate público, y pudiese decir que popular.
Ahora, no basta con ver su 'transparencia' actual, sería menéster dar un explicación que satisfaga quizá las mentes curiosas. Entrando ya analizar este tema, tengo que recalcar que se me juzgará de que también me interese el tema, pues de otra manera no estuviera interesado en escribir sobre él; pues bien, si me interesa, pero no con la importancia que los demás le suman, sino en su relación para el país, con temas que debiesen tener más cabida en el público de a pie.
Si bien es cierto que mi observación de basa en la considerable difusión y aceptación de gran parte del pueblo en esta cuestión, que en esencia no es más que una cuantificación de un fenómeno considero 'descualificado'; es muy necesario que se busque el piso que sostiene esta quimera.
La explicación que veo para un fenómeno de este tipo corresponde a un cambio de objeto (de desviación misma) sobre la situación en la que se encuentra la realidad actual, esto es, la desviación (que ya estaba latente, sólo que esta vez se hizo presente en este fenómeno) de la mirada crítica de nuestro entorno, hacia un apegamiento a un 'objeto' que representa nuestra pasión desbordante, por ende nuestro corazón y sentimientos. Desviación que quisiera resaltar es causada a mi parecer por la presencia de una especie de desencanto por la realidad misma que vivimos, cosa que nos hace voltear nuestra 'torta' hacia el lado que mejor sepa.
Quiero resaltar que el problema en sí no es el cambio de rumbo que ha tomado el mirar crítico, pues es este mismo un tipo de ese mismo viraje crítico (en este caso irónico, en el sentido que Hayden White lo resalta, sólo que esta vez no aplicado a los relatos históricos, sino a una posición ideológica), sino que lo que considero el meollo del asunto en si, es, el desconocimiento de las otras posibles miradas que se puedan dar a la realidad -política, eso lo aclaro, sólo me refiero a esta realidad- por un emplazamiento único e ignorante de las demás posibilidades.
De esta manera el desarraigo que Derrida nos anticipaba apoyada en la crítica Heideggeriana de la modernidad, no es un problema, es por el contrario una salida -me refiero al desarraigo para denominar a esta situación de apego al fútbol actualmente presenciada- que sirve de escape a una realidad social que no se quiere vivir, que no se quiere aceptar y por ende se quiere negar; con consecuencias desastrosas para el mismo análisis de la situación esencialmente problemática.
Por último quisiera compartir con ustedes una relación que hago de esta situación con lo que yo denominaría el olvido de la crítica; dice así "Ya murió el caballito de palo, y ya lo olvidaron así que murió." William Shakespeare.