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Mostrando las entradas de enero 29, 2012

A MI CORAZÓN EL DOMINGO - [Wislawa Szymborska]

Gracias te doy, corazón mío. por no quejarte, por ir y venir, sin premios, sin halagos, por diligencia innata. Tienes setenta merecimientos por minuto. Cada una de tus sístoles es como empujar una barca hacia alta mar en un viaje alrededor del mundo. Gracias te doy, corazón mío, porque una y otra vez me extraes del todo, y sigo separada hasta en el sueño. Cuidas de que no me sueñe al vuelo, y hasta el extremo de un vuelo para el que no se necesitan alas. Gracias te doy, corazón mío, por haberme despertado de nuevo, y aunque es domingo, día de descanso, bajo mis costillas continúa el movimiento de un día laboral. WISLAWA, Szymborska. Poesía no completa, México: Fondo de Cultura Económica, 2008. pp. 180-181.

La Espalda Del Cielo

Miro hacia arriba para ver si el viento me desvanece. Busco perdido las nubes, para que me oculten. Imagino los ángeles oscureciendo los instintos. Veo la mejor escena de un video porno. Saltando encuentro la desesperación llorando. A mi lado yace la melancolía desangrandose. Corro para evitar amarte. Paro. Me estaciono en un campo de girasoles. Los muerdo como besando tus labios. Me acaricia tu suave mano. Escucho el último trinar del mundo. Salgo desesperado para no encontrarte. Sentadas en mis cansados hombros, van mis penas. Me estrello por querer besarte. Golpeo. Sigo preso, con tus ojos como carceleros. Tu palabra me invita al vuelo de sus gestos. Bajo, para posarme al lado de tu boca. Me besa el diablo. Vuelo para huir de ti. Lanzo mi corazón al viento. Hallo tu amor en otro espanto. Doy por terminada la vida. En la espalda del cielo... sin tus besos desconsoladores, se halla muerto mi amor.

Ser Cualquiera...

Ser como el pájaro que vuela, como el perro que ladra, como el odio que rasguñas. Ser como la paloma... libre, como el campesino... humilde, como el sol... rebelde, ser como me dé la gana ser. Ser las calladas hojas que espantan las sombras. Las miradas cada vez más perdidas respiran los sentimientos vomitados. Descubren lo importante. Esa alfombra no es más que tu inalcanzable amor... ese que es como la melancolía de una vida.

Los Zancudos Del Olvido...

Se acercan en manada los cohetes del ayer, sentados tomando aire, planean su ataque. Son alrededor de cinco mundos en cantidad y de chocolate avainallado su sabor. Observan su objetivo; lo devoran con los círculos de su cara. Beben whisky para celebrar. Al parecer está decidido. Atacarán ebrios. Las montañas donde aterrizan pintan el paisaje del color de la batalla. Por fin. Es tiempo del ataque, se miran todos para dibujar al enemigo. Se deciden a atacar. Es una contienda indescriptible, quizá por eso no trato de informarles. Los destellos de dolor aparecen en el cielo. Todo está consumado. Han vencido, se logra oír. Ha vencido el dolor y la soledad. Se han trastocado los mares. Hasta aquí todo era maravilloso. Con lo que único que me encuentro es con una bandada de mosquitos succionandome el hemisferio.

Estos Checheres No Me Abandonan...

Son los objetos derivados del azar, contorneados sin que ninguna sombra los adhiera. Arrumados y congelados por el tiempo. Se adueñan del rincón que día a día amasan; sin luz, sin color, ni ápice de esperanza. La iluminación evita el encontrarlos... los desprecia; y de mi podría decir que nunca me abandonan.

Aires Mascados...

Dibujando el aire en un rostro empieza la labor el ingenioso. Soplando el aire al viento, descubren briznas de placer. Los hilos que tejen el final sustraen la experiencia de un cuerpo inquieto. Son las horas que caen como lluvia al romper el suelo. Son las ilusiones y los miedos. Son los libros apilados en el cielo. Son...los aires mascados por la niña.